Fukui

Los riscos recortados por las violentas olas en el litoral de Fukui les dejarán sin aliento. La región alberga además el Templo Eihei-ji, un santuario para los monjes ‘Soto-shu’. Fukui se encuentra ubicada en la zona noroeste de la región […]

Los riscos recortados por las violentas olas en el litoral de Fukui les dejarán sin aliento. La región alberga además el Templo Eihei-ji, un santuario para los monjes ‘Soto-shu’.

Fukui se encuentra ubicada en la zona noroeste de la región de Chubu, frente al mar de Japón, al norte. Al este encontrarán un paisaje de montaña que enlaza con la cadena montañosa de Tateyama y las llanuras de Fukui. Por el contrario, la parte oeste está compuesta por una franja de colinas y una zona de planicies relativamente estrecha. La ciudad de Fukui, el centro neurálgico de la administración y de la economía locales floreció por ser el emplazamiento de la antigua ciudad fortificada de Shibata Katsuie, un señor de la guerra que vivió en el siglo XVI durante el período Sengoku (período de los estados beligerantes). A continuación, fue asimismo sede del gobierno de los daimyo pertenecientes a la estirpe de los Tokugawa entre los siglos XVII y XIX. La ciudad está salpicada de vestigios que atestiguan la prosperidad de aquella época, entre ellos se encuentran el Jardín Yoko-kan-teien y el Templo Saiko-ji, y adosaso a este último el Museo Shibata Katsuie.

 

Al norte de Fukui, en la costa del Mar de Japón encontrarán Tojinbo, famosa por sus macizos rocosos erosionados por las violentas olas que los han convertido en riscos con el paso del tiempo. La configuración rocosa compuesta por agregados de andesita piroxénica en forma de columnas (una formación de rocas pentagonales o hexagonales) del relieve es tan poco común que es el único de estas características en todo Japón y formaciones rocosas similares solamente se hallan en otros dos lugares del mundo. Al sureste de la ciudad de Fukui se erige el Templo Eihei-ji rodeado de cedros japoneses de 600 años de edad. Sede de la secta ‘Soto-shu’, el templo está habitado por cerca de 200  novicios y monjes itinerantes que dedican sus vidas al ascetismo.
Fukui también es famosa por su artesanía tradicional: la cerámica Echizen-yaki (una de las seis variedades más antiguas de todo Japón), el Echizen-washi (papel japonés) cuyo origen se remonta a unos 1.500 años, sin olvidar los utensilios lacados y otros objetos confeccionados con ágata.

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